Un colorado atardecer que no será el último

5:15 p. m.
Me acabo de dar un totazo tan duro en la frente que lo sentí hasta en los dientes, como si se hubieran quebrado y caído todos de la boca.
Pensé, mientras me tocaba la cara buscando sangre: "Dios mío, me abrí la cabeza, pero no... porque todavía pienso" y salí corriendo al baño, con una capacidad motora normal, Díos mío, a mirarme en el espejo.
Pensé en lo frágiles que somos los seres humanos, que por un descuido podemos perder la vida en un momento, que para morirse solo hace falta estar vivo y tampoco hace falta salir a la calle.
Lo que vi en el espejo fue un puntico de sangre en medio de un colorado con cara de chichón en cuarto creciente. Y al lado, otro chichón. 
Agradecí no quedar desfigurado de por vida, pero parece que tendré que esconderme un par de días en casa. Respiré profundo y corrí a la nevera por hielo.
Mientras sentía el alivio del frío, me preguntaba si nuevas secuelas llegarían más tarde y me aterré con la idea de una muerte repentina. La cabeza es muy delicada. 

5:21 p. m. Tengo miedo de morirme y siento como un calor en la cabeza, aunque con calor ya estaba. Tal vez lo que necesite sea reposo.

5:39 p. m.
Sonó el teléfono, era mi mamá y aproveché para contarle que me pegué muy duro en la frente. 
- ¿Cómo se pegó? 
- Me estaba asomando por el balcón y cuando me devolví me di contra la pared. 
- Póngase hielo
- Ya
- Casi se mata solo
Me tranquilizaron sus palabras, todo parecía mejorar, pero...

5:42 p. m. 
Me iba a sentar en la hamaca y me fui para atrás, caí al piso y medio me aporreé una mano. Me sigo matando solo, me lamenté agarrando el sofá. ¿Me he vuelto más torpe o ya lo era antes? Ya no lo recuerdo. ¡Dios mío, perdí la memoria! Lo mejor sería reposar. Lo mejor sería quedarme dormido, pero no para siempre...

5:43 p. m. Me toco un barro y me duele.  Mi cara es un volcán de tres bocas a punto de explotar. El calor que siento debe ser como respuesta al frío, me consuelo.

5:51 p. m. Sigo escribiendo para embobar la mente, para que mi cerebro golpeado siga trabajando y se olvide de la idea de sufrir un colapso. Me asomo otra vez por el balcón, esta vez con cuidado y veo el atardecer tan bonito, y pienso, en medio de mi tragicomedia, que ojalá este no sea el último. 

5:56 p. m. Tomo estas fotos y pienso que en esas nubes tan bonitas de pronto está Dios que viene por mí. 

6: 24 p. m. Ya se oscureció el cielo. En un rato me pongo más hielo mientras embobo la mente con alguna serie. 



Comentarios

  1. Me paso lo mismo porque me enredé con mispantalones de mezclilla y también me rompí la boca.

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