'Dolor y Gloria', de Pedro Almodóvar, muy íntima, muy él


Ha llegado por fin a la cartelera colombiana 'Dolor y Gloria', la más reciente película del director español Pedro Almodóvar donde el protagonista Salvador Mallo (Antonio Banderas) es también un director de cine. Por eso, sin ser necesariamente autobiográfica, se convierte en su obra más íntima y reveladora.

En común tienen ambos que sufren de terribles migrañas y dolores de espalda, pero Almodóvar nunca vivió en una cueva ni probó la heroína... 


Él mismo lo ha dicho en una entrevista a Fotogramas: "En ‘Dolor y Gloria’ no hay que buscar quién es quién. No es una película en clave. Es una suma de experiencias y el personaje de Antonio Banderas, al igual que los de Asier Etxeandia y Leonardo Sbaraglia, reproducen situaciones que han tenido que ver conmigo, pero que no llevan detrás nombre y apellidos". 

Dicho lo anterior, Mallo es Mallo y Almodóvar es Almodóvar, pero este último se expone y desnuda tanto frente a sus espectadores -y los fans que lo amamos- que consigue identificarnos y conmovernos con sus recuerdos, temores y deseos. 


Los recuerdos de la madre que se ha ido, la enfermedad y el dolor, la soledad del corazón, la falta de ánimos, la depresión, las adicciones, los amigos que siempre están ahí, el resurgir de las cenizas... Escoja usted con qué quiere llorar. 

La película es una obra maestra por donde se mire. Por los temas que aborda, por el manejo del melodrama (esta vez sin excesos y jugándosela más por la honestidad), por la colorida (pero también sombría) puesta en escena al mejor estilo Almodóvar, por la musicalización a cargo del siempre fiel Alberto Iglesias y, claro está, las actuaciones empezando por el propio Banderas, quien ganó en el Festival de Cannes el premio al mejor actor. 

Me han encantado las frases de colección como: "La película es la misma, son tus ojos los que han cambiado" o "Las noches en que coinciden varios dolores, esas noches creo en Dios, y le rezo. Los días en que padezco sólo un tipo de dolor, soy ateo".

Me han encantado también las canciones como "A tu vera" de la mítica Lola Flores, entonada esta vez por la cantante de moda Rosalía y la siempre radiante Penélope Cruz en una escena bellísima de lavado de ropa en el río.


O "Cómo pudiste hacerme a esto a mí", de Alaska y Dinarama, que nos remonta a los años 80 y a la movida madrileña, ese movimiento contracultural en el que Almodóvar fue protagonista, como también lo fue del franquismo en su infancia, cuando fue obligado por su madre a estudiar en un seminario simplemente porque eran pobres y era la única oportunidad de poder estudiar.

Podría seguir enumerando escenas, frases y canciones, pero mejor les recomiendo que vayan a ver 'Dolor y Gloria', independientemente de que sean o no fans de Almodóvar. Déjense tocar el alma por uno de los directores más brillantes y auténticos que ha dado el séptimo arte.

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