'Jurassic Wold: El Reino Caído' es la secuela de 'Jurassic Wold' (2015) y la quinta entrega de la saga de 'Jurassic Park' que inició en 1993, en aquel entonces dirigida por Steven Spielberg y que marcó el gran éxito de los dinosaurios en el cine.
Ahora es un español, J. J. Bayona, el mismo de 'El orfanato', quien dirige una entrega a la altura en derroche de efectos especiales que se ya acerca a los mil millones de dólares de recaudo a nivel mundial y es la mejor tercera taquilla del año, después de 'Avengers: Infinity' y 'Pantera negra'.
Los dinosaurios, siempre tan populares, y no solo entre los niños.
¿Los salvamos o los matamos? Es la eterna pregunta que aquí vuelve a enfrentar, por un lado, a los científicos con corazón y, por el otro, a los villanos a quienes solo les importa hacer dinero a costa de unas criaturas amenazadas por ser lo que son: gigantes, carnívoras y peligrosas. En eso se resume todo. En un debate moral basado en la falacia de la existencia de los dinosaurios en pleno siglo XXI.
(Resulta curioso que el cine no se haga la misma pregunta con especies vivas y en real peligro de extinción. ¿Salvamos o matamos a las vaquitas marinas? ¿O a los osos polares? Al parecer, nada se compara con el tamaño, los colmillos o las garras de los extintos antepasados de las gallinas. Sí, las aves provienen de ellos, y eso lo enseña la ciencia. El cine solo tiene la obligación de entretener, por ahora).
Volviendo a la película y al mundo de la fantasía, 'Jurassic Wold: El Reino Caído' tiene sus momentos entretenidos, con emociones al límite, fiel a lo que se espera de una saga incombustible que promete nuevos peligros por fuera de la isla Nublar, prácticamente destruida por un volcán.
Con o sin buena historia, apelando a los mismos argumentos y dilemas, los dinosaurios tienen éxito asegurado entre las grandes audiencias. La taquilla ya los ha salvado de la extinción.
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